sábado, 30 de marzo de 2013

ARANCEDO. “Pido gestos de presencia allí adonde alguien esté sufriendo”


El Arzobispo de Santa Fe y Presidente de la Comisión Episcopal Argentina, Monseñor José María Arancedo, en su mensaje Pascual, exhortó a superar las diferencias y a trabajar por los más desposeídos. “Les deseo una feliz celebración de la Pascua y les hago llegar, junto a mi afecto y oraciones, mi bendición de Padre y Obispo a todos ustedes”, señaló en el mensaje
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“Pido gestos de presencia allí adonde alguien esté sufriendo”

 “El Domingo será la celebración de la Pascua, el acontecimiento mayor de la vida cristiana, porque en ella contemplamos a Jesucristo en el momento culmen de su vida. Él es Hijo de Dios, ha venido para buscar al hombre y caminar junto a él”, expresó con alegría José María Arancedo, Arzobispo de Santa Fe y Presidente de la Comisión Episcopal Argentina.

“Para ‘esto he venido’ nos diría, para ser ‘el camino la verdad y la vida’, de cada uno de nosotros, de cada hombre. En la Pascua celebramos el triunfo de Jesucristo, que se convierte en nuestro triunfo, por ello nos alegramos. Él se hizo hombre para que el hombre encuentre el camino de la Vida Nueva, para la cual Dios nos ha creado”, agregó en su mensaje.

E interrogó: “¿Qué significa esta Vida Nueva? Es el triunfo definitivo sobre el pecado, la muerte y el odio. Por ello desde la Pascua es posible pensar en un mundo nuevo, donde reine la verdad, la justicia y el amor”.

Para el sacerdote, “esto no es una utopía sin raíces, o un mero deseo de que las cosas cambien, sino una posibilidad real, porque Jesucristo con su muerte y resurrección ha inaugurado este mundo nuevo. Esto vamos a celebrar y a esto los invito hoy”. Para Arancedo es aquí donde se encuentra la fuente y la fortaleza de la vida y la esperanza cristiana.

Y reflexionó y cuestionó: “Conozco las dificultades de mi ciudad, pero también de la provincia donde se ha visto comprometida su capacidad productiva. He visto rostros de dolor e impotencia. He visto actos de grandeza pero también, porque no decirlo, la pequeñez del aprovechamiento o del abuso”.

“Les he pedido desde el primer momento gestos de presencia y solidaridad para acompañar al hermano que sufre”, interpeló Arancedo.

El Misterio del Hombre
“Al hablar del sentido de la vida del hombre es común recordar la frase del Concilio Vaticano II, cuando afirma que: ‘El misterio del hombre sólo se esclarece a la luz del misterio del Verbo encarnado’ (G. S. 22). Jesucristo no es alguien ajeno al hombre, sino el camino para alcanzar su verdad. Por ello, el momento mayor de su vida, que se cumple con su muerte y resurrección, en su Pascua, se convierte para el hombre en fuente de vida y verdad”, dijo.

Oración
Y pidió a Dios: “Por esto, Señor, quiero elevarte como Obispo una oración por esta Santa Fe tan probada en el dolor de tus hijos. Te pido sabiduría en sus gobernantes y dirigentes para que sepan responder con prontitud en la emergencia y orientar el camino del futuro, que debe ser hoy. Te pido fortaleza para todos aquellos que han padecido en carne propia y se encuentran con la incertidumbre del mañana. Te pido que sostengas la solidaridad de todos, que es la mayor riqueza de una comunidad, para acompañar este lento camino del regreso y la reconstrucción.”

Y abogó por la unidad: “(Deseo)... que sepamos superar en el marco de la justicia, todo enfrentamiento y violencia que nos debilita. Te pido, Señor, que de esta crisis dolorosa surga una nueva Argentina, que sea la casa grande de todos, sin excluídos, y en la cual todos nos sintamos hermanos y ciudadanos, con sus derechos y obligaciones”.

Y concluyó Monseñor Arancedo: “Les deseo una feliz celebración de la Pascua y les hago llegar, junto a mi afecto y oraciones, mi bendición de Padre y Obispo”.

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