sábado, 16 de febrero de 2013

ROSARIO: El barrio Fonavi donde construyen cocheras en el espacio público


Exceso de ingenio. Los vecinos ocupan, de forma irregular, áreas comunes que fueron diseñadas para separar los monoblocks donde se encuentran las viviendas. Para guardar el auto y algo más. En la zona de Casiano Casas la gente amplía sus casas en sitios que antes estaban parquizados.
La Capital | 
El barrio Fonavi donde construyen cocheras en el espacio público
Desde hace unos años a esta parte, el Fonavi Parquefield II, un complejo de 100 monoblocks ubicados en uno de los limites del distrito norte, viene cambiando de fisonomía. Así, quienes ocupan la planta baja de los clásicos bloques de 16 departamentos cada uno, anexaron cocheras, locales para comercios y hasta pequeños patios cubiertos. "Haciendo un cálculo rápido, le ganan unos cincuenta metros", dijo un vecino de paso por el lugar a La Capital. ¿A quien se lo ganan? La respuesta es tan clara como sorprendente: al espacio público que tienen en condominio.
Se trata de construcciones sencillas, con ladrillos huecos o convencionales, cerradas o con enrejado, con ventanas o ciegas, más esmeradas o menos, que lucen asentadas en el tiempo. El barrio, con unos diez mil habitantes, nace en Casiano Casas y Cavia y se extiende por unas cinco manzanas hasta su intersección con Baigorria.
Habitación. En uno de los espacios verdes del lugar, sobre una calle arbolada, un hombre levantó una habitación y abrió las puertas de un comercio sencillo. ¿Se puede hacer esto? "No". Fue la respuesta tajante. Y sus razones no se hicieron esperar. "Vaya a otros Fonavi y verá que está lleno, por ejemplo en el Fonavi de (el barrio) Rucci", sintetizó dando por cerrado el diálogo.
Pero así como son decenas los vecinos que sacan ventaja del espacio en provecho propio, son también varios los que no comparten esa actitud. Sobre todo cuando ocupan áreas comunes que fueron diseñadas para separar los monoblocks. Sólo a modo de ejemplo, un grupo que vive desde hace años en el lugar señaló dos cocheras de ladrillo hueco, que levantaron en lo que funcionaba como un parque en el que aún se nota el esmero de algunas mejoras realizadas para uso común.
La construcción en cuestión no funciona como las demás extensiones de planta baja, sino que se levanta en medio del área verde o de lo poco que queda de ella.
"Son cocheras, pero la verdad es que también pasan cosas peligrosas; la otra noche a una chica la asaltaron y la golpearon y no sé que otras cosas", dijo una vecina preocupada también por la vida cotidiana del lugar.
La misma inquietud compartió un hombre que enumeró los problemas del lugar: baches, cloacas tapadas, falta de refugios para esperar los colectivos del transporte público y de señalización, además de la mayor angustia compartida, la inseguridad.
Según los vecinos, las construcciones que se anexan no tienen habilitación. "En cuanto empezó uno siguieron todos los que quisieron", explicaron y dijeron que los habitantes del Fonavi no tienen escritura y que en los últimos años ya quedan pocos de los adjudicatarios originales. "Acá hay mucho movimiento, van y vienen", comentaron los vecinos.
Patiecito. Las extensiones no sólo se dan en la planta baja ganando el espacio verde que rodea a cada monoblock.
Algunos ingeniosos que viven en el segundo piso aprovechan la construcción realizada y arman su propio patio.
"En el barrio están cobrando unos 400 pesos para guardar los autos y las cocheras ya están completas, así que la gente se fue armando las propias, claro que en lugares que son de todos", aseguraron más vecinos, quienes pidieron la reserva de sus nombres.
Pero hay un detalle llamativo. Si bien el Fonavi llega hasta Baigorria, las ampliaciones sólo se levantan en el tramo que va desde su inicio, en Cavia, a Superí. "Desde allí hasta calle Baigorria no las pudieron hacer, no se habrán puesto de acuerdo", aseguraron los vecinos que hablaron sobre el tema temiendo cómo podrían recibir estas quejas sus propios pares.
"No se puede hacer esto, nos regimos por el reglamento de propiedad horizontal", recordaron indignados.
La intervención de la provincia
La toma del espacio público para hacer construcciones particulares es una realidad que se repite en más de un Fonavi. El gobierno provincial lo sabe. De hecho desde la Secretaría de Hábitat se está realizando un trabajo para armar consorcios. Respecto del barrio 7 de Septiembre se lleva adelante una licitación para que máquinas retiren las cocheras irregulares y se pueda armar una plaza con juegos infantiles.

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