viernes, 22 de febrero de 2013

ROSARIO: Con sabor a solidaridad-Primer galpón de engorde de conejos



Economía Solidaria municipal inaugura hoy el primer galpón de engorde de conejos para productores locales, con la cooperativa Finalidad al frente. Un reingreso al sistema productivo por la puerta grande.

Con sabor a solidaridad

Hoy a las 11 se inaugurará en avenida Juan Domingo Perón al 8000 el primer galpón de engorde de conejos de la ciudad: sus destinatarios son los productores de Economía Solidaria municipal, que desde hace tiempo vienen batallando para reinsertarse en el sistema económico-productivo que alguna vez los dejó al margen y al que de a poco –y con ayuda del Estado y de organizaciones no gubernamentales– están volviendo a ingresar, pero esta vez por la puerta grande.
Con una capacidad para 1.500 animales, la iniciativa forma parte de las acciones de la Secretaría de Promoción Social de la Municipalidad, y viene a formar parte del emprendimiento enmarcado en el Programa de Producciones Animales local.
El galpón de engorde será utilizado por los emprendedores cunícolas de la cooperativa Finalidad, que nuclea a 16 productores de conejo y es un elemento clave de la cadena. En el acto de inauguración se realizará la ceremonia de apertura al mismo tiempo que habrá degustaciones de distintos platos con carne de conejo y derivados como ingrediente principal, feria de artesanías y también una exposición de producciones vinculadas, como el lombricompuesto, un fertilizante natural para plantas en cuya obtención los cunicultores reciclan el guano.
Entusiasmada con la inauguración, la subsecretaria de Economía Solidaria, Susana Bartolomé, remarcó: “Lo que hay que destacar es que estamos desarrollando una producción limpia y responsable del conejo, aprovechando todas las propiedades del animal. Se usa la carne para el consumo, el cuero para artesanías y las heces para preparar un abono completamente natural”.
Al día de hoy, los 16 productores de la cooperativa crían en sus casas cerca de 600 animales, en forma permanente. En diálogo con El Ciudadano, Luis Alberto Román, secretario del emprendimiento solidario, destacó: “El galpón es muy importante para los productores porque no teníamos un lugar bien acondicionado para el engorde”. Según el miembro de la cooperativa Finalidad, los conejos están controlados sanitariamente desde su nacimiento, en las mismas casas de los productores.
De ahora en más, cuando lleguen a los 35 días de vida, pasarán al galpón para ser engordados hasta llegar a los 90 días aproximadamente. “De ahí van a un frigorífico en Cañada de Gómez, que es el habilitado para faenarlos”, explicó Román. Y, a modo de resaltar su oficio, recordó: “La carne de conejo es muy buena para la salud por su contenido magro, bajo en grasas y colesterol. Y es mucho mejor que el pollo”.

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