El médico del histórico dispensario de barrio San José, Pedro Ramírez Zelaya, pidió licencia a su cargo por la cantidad de ataques ocurridos. El Colegio de Médicos expresó su preocupación.
Se trata de un fenómeno que no que distingue geografías, clases sociales o si el lugar de atención es público o privado: los profesionales de la salud, cada vez enfrentan casos de intolerancia más graves que incluyen ataques físicos o verbales. El aumento de los hechos y su hostilidad directamente proporcional marcaron un antes y un después en la vida del médico del dispensario de barrio San José, Pedro Ramírez Zelaya, quien pidió licencia en su cargo, por la cantidad de conflictos de inseguridad que asolan el lugar, y por los cuales no ha tenido una respuesta oficial.
La gota que colmó el vaso sucedió el jueves pasado, cuando una mujer estaba siendo atendida y un pariente de ella ingresó a la sala médica con un elemento contundente e intentó agredir al profesional de la salud. “Hace casi 30 años que trabajo aquí, éste es un lugar que le ha salvado la vida a muchos vecinos. Además, entiendo que lo que sucede aquí es una situación que se repite también en otros centros de atención médica de la ciudad. Pero siento que me llegó un cansancio del cual tengo que recuperarme. Tengo que volver a juntar fuerzas para poder recomponer el ánimo”, expresó Zelaya, muy emocionado.
Ese mismo dispensario fue noticia en abril pasado, luego de que sus trabajadores y vecinos organizaran un abrazo simbólico en reclamos de cambios en materia de protección a quienes se desempeñan allí y quienes se hacen atender.
Es que días previos, un muchacho llegó herido y luego de ser curado por una enfermera la amenazó con un arma blanca y le robó el celular. La situación por la que atraviesa Zelaya tuvo eco y respaldo en el Colegio de Médicos de la ciudad de Santa Fe.
En este sentido, el Presidente del Colegio de Médicos de Santa Fe, José María Albrecht, señaló que “tanto los médicos, como los funcionarios, como la comunidad en su conjunto tienen que colaborar para que se resuelva este problema” y señaló que desde el Colegio de Médicos, tratan de “generar un ámbito donde se pueda discutir, pero donde se puedan lograr consensos”.
“En el lugar donde nos curan tenemos que poder estar tranquilos. Si un médico cometió un error, se lo puede llevar a la Justicia, se lo puede denunciar ante el directorio del hospital, hay muchas alternativas. Pero nunca podemos responder con violencia, así sólo se agrava la situación”, finalizó Albrecht.
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