martes, 4 de diciembre de 2012

ROSARIO: Para robar su moto le disparan a un chico de 15 años y lo dejan paralítico


Fue en Pedro Lino Funes al 2400 el viernes a la noche. La bala afectó la médula y no podrán extraérsela. Está internado lúcido pero ignora su cuadro. Un tipo de delito que suele dejar terribles secuelas.
La Capital | 
 David Emanuel Soria tiene 15 años y, como todos los chicos de su edad, estaba ilusionado con concretar uno de sus sueños: el viaje de egresados cuando terminara la secundaria. El viernes a la noche regresaba a su casa por la zona oeste de la ciudad luego de participar de una reunión de pibes en la escuela a la que asiste para planificar el evento. Cuando recorría en moto las cinco cuadras que lo separaban de su vivienda fue emboscado por dos motociclistas que se le acercaron para robarle su rodado. Uno de ellos le disparó un balazo a pesar de que David no ofreció resistencia. El joven se desplomó sobre el pavimento y los malhechores se esfumaron llevándose su moto.
Al adolescente lo llevaron al sanatorio Americano. Allí los médicos que lo atendieron le dieron la peor noticia a sus familiares. El proyectil le atravesó la espalda, quedó alojado en la médula espinal a la altura de la cuarta vértebra y no podrán extraérselo. David no volverá a caminar.
Mal sueño. El chico cursa el tercer año en la escuela Nº 127 Manuel Alberti, ubicada en Rouillón y Ocampo, y jamás imaginó que el viernes a la noche se enfrentaría a un ataque tan irracional como cruel. Cuando faltaban quince minutos para las 8 de la noche, David se subió a su Yamaha de 125 centímetros cúbicos y se dirigió en dirección a la escuela. Allí lo esperaban varios de sus compañeros para conversar sobre el viaje de estudios que realizarán dentro de dos años. La reunión se retrasó y recién dos horas después el adolescente se subió nuevamente a la moto para volver a su casa de Matienzo y Ocampo.
Apenas pudo recorrer unas cuadras. Cuando llegó al cruce de 27 de Febrero y Pedro Lino Funes, dos jóvenes armados a bordo de una moto lo interceptaron. Uno se ubicó frente a él y el otro bajó del vehículo colocándose detrás. Sorprendido, no pudo balbucear una palabra. Tampoco atinó a resistirse ni tuvo tiempo para reaccionar. El sujeto que iba como acompañante en el rodado lo encañonó y pulsó el gatillo.
El chico quedó malherido e inmóvil y los malhechores desaparecieron a gran velocidad con la Yamaha por Pedro Lino Funes en dirección al este. "No le dijeron nada. Solamente le tiraron. David se cayó al suelo y entonces uno de los tipos se subió a su moto y se fue con el otro ladrón que también estaba en moto", explicó Gabriela Fulgueira, la madre del chico baleado, con una pálida veta de voz.
"Seguirá pasando". En el diálogo con LaCapital, la mujer parece aturdida. Está rodeada de familiares y amigos del chico en la sala de terapa intensiva del.sanatorio Americano. Los médicos que atienden a su hijo ya le anunciaron lo que presumían. Ya no podrá caminar porque el balazo cortó la médula espinal dejando sin movimiento los miembros inferiores.
El dolor de Gabriela es inconmensurable. Sabe que el daño que le provocaron a David es irreversible. "Le arruinaron la vida a él y a nosotros", se lamenta. Y enseguida aclara que en esa barriada son frecuentes estos atracos cometidos por motociclistas y en algunos casos con una violencia inusitada. "Lo que pasó a mi hijo les pasó a otros y va a seguir pasando", afirma con resignación.
David está lúcido y todavía no sabe que no volverá a mover las piernas. En una cama de la sala de terapia intensiva, espera con ansiedad su recuperación y cree que su vida volverá a ser como antes. Quien le disparó el balazo que inmovilizó parte de su cuerpo no sólo frustró el deseo del viaje de estudios. Tal vez malogró su vida.
Mercado
El robo de motos tiene un mercado negro expandido. La visibilidad queda en el nivel donde se produce el robo violento. Por debajo hay una compleja economía de compraventa de ciclomotores y motos y de sus repuestos y partes. Los que roban con violencia satisfacen una demanda continua que reproduce el delito en la calle.

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