domingo, 11 de noviembre de 2012

STA FE: Lugar de relevancia: las mujeres ocupan el 56% de los puestos de investigación


Las mujeres ocupan cada vez más puestos de relevancia para el desarrollo de la ciudad, la región y el país. Esta situación se evidencia en diferentes ámbitos políticos, sociales y educativos. Ahora la Universidad Nacional del Litoral (UNL) presentó un informe en el que se da cuenta de que también en el campo científico comienza a ganarse un lugar importante.

Lugar de relevancia: las mujeres ocupan el 56% de los puestos de investigación
El 56 por ciento de los investigadores de la casa de estudios son mujeres; sin embargo la mayoría de ellas se concentran en la base o el punto medio de la pirámide jerárquica y siguen siendo pocas las que llegan al punto más alto. Algunas reflexiones y análisis sobre la búsqueda de la equidad en el mundo científico.

La secretaria de Ciencia y Técnica de la UNL, Érika Hynes, dialogó con Diario UNO sobre los resultados de una evaluación interna que realizaron en lo referido a investigación y desarrollo. “Vimos varios aspectos, la distribución por facultad, por área de conocimiento, por edades y por sexo”, detalló y, a modo de conclusión, subrayó la necesidad de pensar políticas positivas que promuevan la igualdad de oportunidades entre varones y mujeres en el ámbito de la ciencia.

—Uno de los datos que se resaltan es que hay más mujeres que varones trabajando en el ámbito de la investigación ¿Esto se da sólo en la UNL o hay una tendencia nacional?
—Vemos una buena muestra de lo que sucede a nivel nacional. El Conicet hace poco presentó unos gráficos similares, donde se veía que está feminizada la población de docentes investigadores. Eso se verifica, sobre todo, en la base de la pirámide; o sea, en las categorías de becarias o investigadoras en formación y en las primeras categorías de investigadoras (Conicet) y de docentes investigadores (UNL).

—¿A qué atribuyen ese crecimiento?
—Hay diferentes teorías al respecto. Por un lado, algunas investigadores hablan de que las mujeres tienen mejores desempeños como estudiantes, es decir se gradúan más rápido y con mejores notas. Como el reclutamiento en el sistema científico se basa en esos atributos, entonces las mujeres son más exitosas a la hora de captar becas. Ésa es una explicación. Por otro lado, una explicación más sociológica está relacionada con el fenómeno de la feminización de la pobreza. Eso refiere a que, cuando los puestos de trabajo tienen salarios menos atractivos, los varones los van abandonando y las mujeres van accediendo a ellos. De todas maneras eso podría ser controvertido porque no podemos decir si en la Argentina los salarios de las investigadores se han depreciado, han sufrido una disminución o se han mantenido estables. Nosotros sabemos que hace unos años hubo una mejora salarial pero ahora se han estabilizado. El salario de un investigador no es competitivo con el de un ingeniero en una empresa. En la carrera de investigación lleva más tiempo elevar los ingresos y nunca son sueldos muy altos. Los profesores y los investigadores no tienen, en ningún lugar del mundo, un éxito económico muy grande.

—¿Eso se vincula con el hecho de que a medida que avanza la carrera científica disminuye la cantidad de mujeres?
—Ahí también hay un punto para debatir. Porque puede ser un efecto demográfico, entonces cuando pasen los años esas mujeres de la base de la pirámide van a llegar a los puestos de mayor jerarquía. Pero sabemos que eso no es siempre así. Hay teorías que dicen que hay un efecto de techo de cristal, de protección de los lugares de más relevancia por parte de los varones del sistema. Eso genera que en un lugar de trabajo, aunque haya pocos hombres, terminen siendo los jefes. Pero hay otras teorías que eso no se podrá sostener por mucho tiempo y que en unas décadas más se logrará una paridad por el empuje que hay desde abajo de las mujeres. Pienso que eso está por verse pero ya hay áreas con muchas mujeres pero en los puestos de más expectativas sigue habiendo varones. O sea, se requiere una acción positiva para facilitar que las mujeres accedan a esa igualdad de oportunidades que en la realidad no existe.

Un compromiso social
Uno de los puntos que deben tenerse en cuenta al momento de analizar la posibilidad de ascenso laboral de las mujeres es que, en gran medida, aún recae sobre ellas las tareas vinculadas al cuidado del hogar y de la familia. Hace unos meses, Raquel Chan –directora del Conicet CCT Santa Fe– se refería al tema, en diálogo con Diario UNO, y señalaba que era un tema a observar con detenimiento.
Al respecto, Hynes señaló: “Ése es un tema de análisis constante. Hay un trabajo no remunerado que permite que la sociedad exista como la conocemos que es el cuidado de los ancianos, los niños y el hogar; y en mayor proporción lo asumen las mujeres. Si bien hay cambios en ese sentido, son muy lentos. Una de las herramientas para luchar es que el Estado asuma el tema del tiempo de cuidado, que entre en la agenda política para aliviar a las mujeres de ese trabajo. Éste es un tema que aparece en todos lados y la Universidad ya ha tomado algunas acciones afirmativas para revertir alguna de esas situaciones como la incorporación del cupo femenino en el estatuto, si bien tiene más que ver con el gobierno de la UNL que con los investigadores, todas esas medidas tienen impacto cuando se trata de alcanzar la paridad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario