lunes, 12 de noviembre de 2012

ROSARIO. Tras el escandalo Schoklender se reanudan las obras del barrio Toba


Luego del escándalo por el caso Schoklender, el municipio gestionó el sostenimiento del emprendimiento trunco de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, y logró viabilizar la construcción de viviendas y urbanización del barrio para la comunidad qom. Las obras comenzarán en un mes, con fondos provenientes de la Secretaría de Obras Públicas de la Nación.

Tras el escandalo Schoklender se reanudan las obras del barrio Toba
El Concejo Municipal dio luz verde para continuar con la urbanización final del asentamiento que la comunidad toba ocupa en avenida Sabin y Juan José Paso, luego de que el escándalo Schoklender acabara con el proyecto iniciado por la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Dentro de un mes, la obra se reanudará, pero unas quince cuadras más hacia el norte, sobre avenida Sorrento al 1400, en terrenos de propiedad federal. Allí empezarán a erigirse 128 viviendas antes de fin de año, y deberán concluirse en 18 meses.
El sueño trunco de la casa de material para la comunidad qom se retomó días atrás, cuando el Concejo aprobó el plan de detalle complementario para avanzar con la primera etapa del llamado "barrio Toba?Travesía". Las tierras habían pasado desde la Administración de Infraestructura Ferroviaria (Adif) a la Comisión Nacional de Tierras para el Hábitat Social "Padre Mugica", y se las disputaban los clubes Argentino de Rosario y Reflejos. Pero en el Legislativo municipal quedó firme que "los terrenos son propiedad de la Nación y la Intendencia es una mera tenedora para desarrollar viviendas".
"Se aprobó la relocalización de las viviendas en otro lugar para poder darle continuidad, porque en el emplazamiento actual no hay posibilidades físicas porque están las casillas del asentamiento precario", explicó el director del Servicio Municipal de la Vivienda (SPV), Raúl Alvarez. Hasta ahora, en el predio de Sabin y Paso se terminaron 36 viviendas a cargo de la cooperativa que había formado la fundación que comandaba Sergio Schoklender; luego, la Municipalidad gestionó el sostenimiento del emprendimiento y consiguió que la entidad presidida por Hebe de Bonafini cediera el año pasado el contrato de obra a la constructora privada Pecam. Mientras tanto, los fondos siguen proviniendo desde la Secretaría de Obras Públicas de la Nación, que había empezado con un presupuesto original de 104 millones de pesos que, actualizado, hoy ronda los 150 millones. La constructora se encuentra ahora a cargo de construir otras 38 unidades habitacionales, bajo inspección y certificación de obra por pare del municipio. De los 32 operarios ocupados en el obrador, 20 pertenecen a la comunidad toba, y ese detalle no ha sido menor para que la prosecución del proyecto cuajara por unanimidad en el Palacio Vasallo.
El plan aprobado establece los indicadores urbanísticos para el barrio futuro, los espacios públicos y el equipamiento comunitario que se había previsto en su bosquejo original. Parte de ello, destacó la concejala socialista Viviana Foresi, será la construcción de una escuela y de un centro de salud. Además, la ordenanza contempla la creación de calles nuevas y la modificación de algunas trazas en esos terrenos de propiedad del Estado nacional, cuya geografía está determinada en falsa escuadra por el terraplén de la vía, un viejo playón de maniobras del ferrocarril Mitre y el último tramo del arroyo Ludueña previo a la embocadura de su entubamiento. La norma impone al Ejecutivo municipal a realizar pavimento definitivo sobre las calles Renán y Donizetti, para mejorar la accesibilidad al vecindario ya existente y a la nueva urbanización. Y estipula otras obras de conectividad como una calle hacia el este que comunique la zona con las avenidas de la Travesía y de los Trabajadores, a través de un paso bajo nivel del terraplén ferroviario, y una calle paralela a la vía, hacia el sur, hasta vincular Sorrento con Génova. Estas arterias nuevas se plantearon porque "si no hay conectividad vial, eso será un ghetto y parecerá que decidimos mandar allí a los tobas", dijo la concejala de Unión?PRO, Laura Bertotto.
Alvarez señaló que en esas 4,5 hectáreas sobre avenida Sorrento se concluirá la primera etapa del proyecto global para el nuevo barrio toba. Unas 256 viviendas en total, parte de las cuales ya fueron entregadas en Paso al 2000. La segunda etapa depara la construcción de otras 244 viviendas para terminar de transformar la villa actual en un barrio de viviendas unifamiliares, de mampostería y con los servicios básicos para una mejor calidad de vida. "Aunque faltan trámites para avanzar en esa segunda etapa, ya hay un compromiso de la Secretaría de Obras Públicas de la Nación para financiar también esa segunda etapa", indicó el titular del SPV.
La iniciativa contó con el apoyo de todos los bloques del Concejo. Roberto Sukerman (Frente para la Victoria) no dejó pasar por alto que la urbanización se dará en terrenos fiscales del Estado nacional, y que el financiamiento tiene el mismo origen. María Fernanda Gigliani (Partido del Progreso Social) ponderó "la recuperación de más espacios" en favor de las necesidades urbanísticas de la ciudad. En la misma línea se pronunció Diego Giuliano (Encuentro por Rosario?PJ), que subrayó "el aporte del gobierno nacional cuando el déficit de viviendas aquí es de 25 mil unidades". Y Alberto Cortés (PSA?Proyecto Sur) sintetizó el acuerdo como "la ocasión de salvar una deuda con los pueblos originarios". Arriba de ellos, en las gradas del recinto legislativo, decenas de habitantes del barrio toba los aplaudieron por primera vez.

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