El colombiano acusado de liderar una banda de narcotraficantes reconoció que formó parte de las fuerzas paramilitares de su país, financiadas con la venta de drogas. Sin embargo, dijo que "nunca" vendió drogas.
Henry de Jesús López Londoño, el colombiano detenido en la Argentina y señalado como uno de los narcotraficantes más peligrosos, negó estar vinculado al negocio de la droga, aunque reconoció que parte del dinero que hizo en su vida, tuvo origen ilegal.
"Yo participé políticamente de las Autodefensas Unidas de Colombia, una organización paramilitar organizada por ciudadanos que, cansados de la inacción del Estado colombiano, se dispusieron a confrontar la propuesta de la extrema izquierda, que a mediados de los 80 se estaba enquistando en el país", relató.
"Esa organización se financió ilegalmente. No habría forma de hacerlo de manera legal. Sin el narcotráfico no habría guerrilla. El Narcotráfico es su combustible", reconoció luego.
Pero "Mi Sangre" dice que en 2005 se desmovilizó en un proceso de paz e ingresó en unareinserción civil, que lo trajo luego a la Argentina con la intención de conformar "una vida familiar", en un espacio donde pudiera educar a sus hijos.
Henry asegura que durante su participación en los grupos de defensa, formó parte de reuniones en las que participaban comandantes del Estado Mayor, gente importante del ámbito político que ahora "no quiere que se sepan" algunas cosas, según dice.
Ahora, su mayor miedo, asegura, es "que no se sepa la verdad".
"Mi principal temor no es ser extraditado. Mi principal temor es que no se pueda saber la verdad. Temo que esto quede en el silencio y termine yo siendo culpable de un acto que no he cometido", dijo en diálogo con Radio Mitre.
"Acá no hay delito cometido. No es que yo he hecho algo con el narcotráfico. Las autodefensas en su estructura necesitaron del narcotráfico para sobrevivir", sostuvo el detenido.
"Yo me desempeñe en la línea política de las autodefensas. A mi me quedó algo de patrimonio ilegal que lo hice dentro del accionar político que desarrollé. Pero además de nuestra actividad política teníamos una vida normal, hijos que criar y negocios personales. Parte del dinero que ganábamos era en blanco. Y el dinero que ganábamos en negro por nuestra actividad, lo blanqueamos y pagamos impuestos".
Sin embargo, asegura que dentro de su accionar jamás tuvo relación directa con el narcotráfico: "Nunca entregue cocaína a cambio de plata".
Ahora "Mi Sangre" sospecha que quieren acabar con su vida y señala vínculos policiales y de la política colombiana. "No quiero ser irresponsable en el concepto, pero responsabilizo a algunos oficiales de la policía colombiana. Lo ideal para ellos sería asesinarme. Lo que quieren es silenciarme", concluyó.
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