domingo, 9 de septiembre de 2012

ROSARIO. Investigan lo motivos del brutal ataque a tiros contra un abogado penalista

Alberto Tortajada, el abogado penalista de 71 años que fue baleado la tarde del viernes en el palier del edificio donde tiene su estudio jurídico, evolucionaba favorablemente tras ser operado en el Hospital de Emergencias.
La Capital | 
Alberto Tortajada, el abogado penalista de 71 años que fue baleado la tarde del viernes en el palier del edificio donde tiene su estudio jurídico, evolucionaba ayer favorablemente tras ser operado en el Hospital de Emergencias. En tanto, los investigadores del episodio que sacudió las estructuras del fuero penal rosarino, buscaban ayer alguna pista concreta que los lleve a tratar de esclarecer un episodio que en primera instancia se presenta bastante oscuro pero que a estas horas nadie duda que está vinculado a su tarea profesional.
El gallego Tortajada, como se reconoce al abogado entre sus pares, recibió tres balazos cuando ingresaba al edificio de Montevideo 2026 en cuyo primer piso tiene su estudio jurídico desde hace varios años. La persona que lo baleó, dijeron fuentes allegadas a la víctima, lo había contactado por vía telefónica varias veces durante la semana para ofrecerle un caso vinculado al narcotráfico. "Tengo un familiar detenido por drogas y quiero que usted lo defienda", le dijo el desconocido en esas conversaciones.
El profesional, como la mayoría de los penalistas de la ciudad, no pidió más detalles al presunto cliente y concretó una cita con él para el viernes a las 18 en su despacho ubicado enfrente de los Tribunales provinciales.
Cruce de preguntas. Media hora antes de la reunión, Tortajada se fue a tomar un café al bar de Montevideo y Blacarce para hacer un rato de tiempo. Pero cuando se aproximaba el momento del encuentro recibió un llamado a su celular por lo que apuró el último sorbo y se dirigió a su estudio. En la puerta del edificio lo estaba esperando un hombre. "¿Usted me espera a mí?", preguntó el penalista asabiendas del nuevo cliente que debía atender. Y el visitante le respondió con otra pregunta: "¿Usted es el doctor Tortajada?"
Ante la coincidencia, el profesional abrió la puerta de ingreso al edificio y antes de que la escena se completara con su ingreso al palier, el agresor sacó una pistola calibre 22 de entre sus ropas y empezó a dispararle a mansalva y por la espalda.
Según confiaron ayer varias fuentes, las heridas que presenta el abogado hacen presumir que el objetivo del agresor era dispararle a la cabeza, lo que Tortajada evitó con movimientos instintivos de defensa. El tirador efectuó los disparos desde una distancia que no superó los dos metros. Dos de los balazos perforaron el brazo derecho del profesional y otro más le dio en la espalda, a la altura del omóplato, provocándole una fractura y alojándose en el pecho.
En la escena del crimen los pesquisas que arribaron hallaron tres vainas servidas de una pistola calibre 22 milímetros que deberán ser peritadas. Mientras tanto, el propio Tortajada reconoció ante sus pares que mientras caía herido al piso "escuchó como el maleante seguía martillando el arma. Menos mal que se le trabó porque sino lo mataba", confió un abogado allegado a El gallego.
Hipótesis. En cuanto a la resolución del oscuro episodio con sabor a venganza, ayer fuentes de la causa en manos del juez de Instrucción Juan Carlos Vienna indicaron que se está trabajando para conseguir las grabaciones de las cámaras de vigilancias ubicadas en los Tribunales provinciales, ubicados enfrente del estudio de Tortajada, y que podrían haber captado la llegada o la partida del atacante del penalista.
En ese sentido, el profesional habría dicho a sus colegas que "no reconoció al agresor cómo uno de sus clientes" y que desconocía los motivos de semejante hecho. Sin embargo, algunos investigadores policiales dudan de la veracidad de esas afirmaciones y pretenden saber qué causas tenía entre sus manos el abogado, algo que resultará de difícil resolución ante el secreto profesional que la víctima debe respetar.
"Hoy por hoy El gallego no es un tipo conflictivo. Está último a la hora de imaginar una persona a la que le pudiera pasar esto", reflexionó ayer un penalista del foro local.
Causa difícil. Finalmente, algunos allegados a Tortajada dejaron trascender ayer que el abogado herido había asumido la defensa de un narco que estuvo preso en una controvertida causa que derivó en el apartamiento de un alto jefe de la ex Drogas Peligrosas de un departamento del sur provincial.
"No pienso que la cosa venga por ahí. Los acusados recuperaron la libertad, no fue él quien avanzó profesionalmente en la nulidad del procedimiento policial y no creo que desde la policía se arriesguen a un atentado de esta naturaleza", comentó ayer un abogado muy cercano a Tortajada.

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