El Tribunal Oral Federal de Santa Fe desestimó la denuncia en la que se investigó si el condenado Mario José Facino, violó el régimen de prisión domiciliaria. El caso llegó a la justicia, luego de que los medios de la ciudad se hicieran eco de la versión de funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia, que aseguraban haberlo visto tomando un café en el Kilbel de la costa.
La causa que comenzó bajo el nombre de Mario José Facino “cuestiones relativas a su detención”, concluyó el 30 de marzo con una resolución del TOF que ordena “desestimar la denuncia” y “hacer saber lo resuelto a los organismos que correspondan y a los medios de prensa, atento a la trascendencia pública que ha tomado el caso”.
El episodio de singulares características, ocurrió el 13 de febrero, en la cafetería del supermercado de Colastiné Norte, sobre la Ruta Provincial N° 1. Según consta en el expediente, fue el subsecretario de Seguridad Pública, Diego Poretti, quien alertó a sus superiores, ante la presencia de quien creyó, era Mario Facino.
De inmediato, el secretario de Derechos Humanos, Horacio Coutaz, envió a un empleado de Gobierno que vive en la zona para que constatara la versión, hecho que fue corroborado por el enviado, que alcanzó a tomar la patente del auto en el que se fue del café alrededor de las 20.20.
Pero ese mismo día a las 21.15 Facino se encontraba en la vivienda donde cumple la prisión domiciliaria en compañía de su esposa, y su hija, según constataron las autoridades.
Pero la trascendencia pública del caso y la denuncia radicada en fiscalía por el secretario Coutaz, hizo que se tomaran medidas urgentes.
Fueron citados los funcionarios en cuestión el 16 de febrero, quienes a pesar de no conocer a Facino personalmente dijeron creer que era el mismo que el que aparecía en las fotos y videos.
También declararon siete empleados, quienes “coincidieron en no haber visto el día de los hechos al imputado Facino, a quien conocían por fotografías”.
Hasta ahí todavía existía la duda, pero con los datos de la patente del Renault Megane en que supuestamente se fue Facino se llegó a la conclusión de que todo se trató de una confusión.
La dueña del auto, una vecina de Colastiné, reconoció ante el tribunal haber estado esa semana junto con su hermana y su esposo, tomando un café en el bar del Kilbel.
El esposo de María Rosa “es un hombre de 70 años, renguea, usa bastón a veces y tiene el pelo entrecano; comentan que se parece a Facino”, dijo la mujer en tribunales.
Ante dicha apreciación, quienes la entrevistaban le preguntaron “por qué manifestó que su marido se parece a Facino”; a lo que la mujer respondió sencillamente, que “la gente en general se lo dice”.
Para más detalle, declaró el hombre que se llama Faustino, y que convenció a todos, con su sola presencia, de que en realidad se trató de una extraña coincidencia.
En definitiva, “surge del conjunto de la prueba colectada, que el nombrado no ha infringido las obligaciones” que imponen la prisión domiciliaria. “Por el contrario, se ha acreditado que el encausado se encontraba en su domicilio cumpliendo con las condiciones de detención que le fueron oportunamente impuestas y que la persona que había sido vista en el referido bar del supermercado “Kilbel”, tenía similares características físicas que el nombrado”, concluye el tribunal.
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