sábado, 7 de abril de 2012

SANTA FE: Los "trapitos" copan la zona del estacionamiento medido

No está permitida la presencia de cuidacoches en el sector del Seom. Sin embargo, están en casi todas las cuadras del centro. El municipio reconoce la dificultad para relocalizarlos.

 

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“Amigo, ¿se lo cuido? ¿Le pegamo’ una lavadita?”. La frase se repite en casi todas las calles del centro y a algunos conductores les molesta tener que pagar tarifa doble: la del estacionamiento medido y la propina de los “trapitos”.
Pese a que la ordenanza 10.966 prohibe la presencia de cuidacoches en la zona del sistema de estacionamiento medido (Seom), El Litoral relevó más de 40 trapitos cumpliendo esta tarea en lugares y horarios no permitidos (Ver mapa). Tampoco pueden imponer una tarifa por el cuidado de los vehículos ni lavarlos en la calle. Esto último tampoco se cumple.
En julio de 2010, la Municipalidad relevó 296 cuidacoches, a los que se les asignó una zona de trabajo, una credencial habilitante y una pechera identificatoria, con el objetivo de ordenar la actividad. Como explicó el subsecretario municipal de Acción Social, Mariano Cejas: “Había situaciones de violencia entre los cuidacoches y disputas por los lugares, que es la forma de resolver su sustento cotidiano. Se decidió intervenir para darle un ordenamiento. Se hizo un relevamiento entre bulevares, que es la zona donde más se concentran. Se les hizo un control de salud y se les brindó capacitación sobre cómo pretendíamos que desarrollaran la actividad”.
En este marco, se les explicó que debían tener un trato cordial con los conductores, que no podían pedir una tarifa por el cuidado del coche ni lavar autos en la calle. También se les asignó zonas -fuera de la del estacionamiento medido- y horarios para cumplir su función. Sin embargo, esto no se respeta.
El Litoral recorrió la zona del Seom durante dos mañanas hábiles. Allí encontró que, al menos, en 39 cuadras hay cuidacoches -en algunas hay varios-, y diez de ellos estaba lavando autos en la vía pública.
Funcionarios municipales son conscientes de esta situación. “Hablamos con ellos y les recordamos el compromiso original de no estar en ese lugar. Les pedimos periódica y constantemente que se corran y que busquen otra zona. Pero al tiempo, vuelven. Cuando no hay entendimiento, se hacen las actuaciones correspondientes y, llegado el caso, se los baja del registro”, explicó Cejas.
Complejidad
El secretario de Control municipal, Ramiro Dall’Aglio, también reconoció la incompatibilidad entre la prohibición de la ordenanza y el desempeño de los trapitos en la zona del Seom. “Se los habilita en calles sin estacionamiento medido, pero terminan yendo a esa zona. Los inspectores municipales no tienen las herramientas para sacarlos de ahí. Corregir esto implicaría una intervención policial muy fuerte. Es un tema muy complejo. Se trabaja con Desarrollo Social para tratar que en los lugares de estacionamiento medido no haya cuidacoches, pero es un trabajo social muy complejo”.
La norma y la realidad se bifurcan: mientras la letra prohibe la presencia de trapitos donde hay estacionamiento medido, es justamente en ese sector donde hay más tránsito y un mayor recambio de vehículos. Por ende, es ahí donde pueden conseguir más propinas, su único sustento. La mayoría de los cuidacoches son hombres de más de 40 años (en algunos casos se ven personas ancianas), que no tienen otra alternativa laboral. “Algunos tuvieron un empleo formal, pero en la década del ‘90, con el cierre de varias empresas, quedaron desempleados y no tuvieron otra oportunidad”, comentó el subsecretario de Acción Social.
¿Por qué está prohibido que estén en la zona de estacionamiento medido? “Así lo prevé la ordenanza desde hace mucho tiempo”, respondió Dall’Aglio. Posiblemente, esta prohibición pretende atemperar el malestar de los conductores, quienes además de pagar la tarifa del estacionamiento medido, tienen un gasto extra con los trapitos.
Ahora bien: aunque no está permitido, los cuidacoches permanecen en ese sector y la Municipalidad reconoce la dificultad para relocalizarlos. ¿No sería más acorde con la realidad aceptarlos en esa zona?, preguntó El Litoral. “Sería un tema interesante para estudiar en el Concejo. Pero este tema se hace muy difícil para las áreas de Desarrollo Social y Control, porque son situaciones sociales muy complejas”, concluyó el funcionario de control.
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Fraude contra el municipio
Tres cuidacoches estafaban a la Municipalidad en el cobro del Sistema de Estacionamiento Medido, en San Luis al 2900, Junín al 2600 y en la plaza San Martín. Los conductores les dan las tarjetas de estacionamiento a los trapitos. Éstos, al ver al inspector, las ingresan al sistema y las dan de baja cuando el servidor público se retira de la zona. Así, los automovilistas evaden el pago del servicio. La Secretaría de Control municipal y la Policía desarticularon estas maniobras. Se detuvieron a los cuidacoches por defraudación agravada contra la administración pública.
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Bulevar, entre San Martín y Francia
Aquí se ven cuidacoches pese a que están los parquímetros. Los trapitos eligen el centro porque es donde hay más tránsito y rotación de vehículos. Foto: Flavio Raina
Plaza San Martín
En tres cuadras de esta manzana hay trapitos, que también lavan autos. A pocas cuadras de la peatonal, es uno de los lugares preferidos para estacionar. Foto: Flavio Raina
En la Terminal de Ómnibus
Otro lugar con estacionamiento medido y donde los cuidacoches trabajan a toda hora. También buscan conseguir una moneda ayudando a los viajantes.

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