miércoles, 4 de abril de 2012

INT. Masacre en una universidad de EE..UU: el asesino ejecutó a las víctimas de a una

El autor del tiroteo en una universidad de Oakland, California, puso a las víctimas una detrás de la otra y las baleó una por una, lo que la Policía llamó "un asesinato a sangre fría".

 

El presunto autor del tiroteo que dejó siete muertos en una universidad religiosa de Oakland, en California (oeste de Estados Unidos), puso a sus víctimas en fila y las ejecutó una a una, explicó este martes a la cadena CNN el jefe de la policía de la localidad. "Fue una calculada ejecución a sangre fría en la clase", aseguró Howard Jordan. El policía dijo que el detenido, un hombre de etnia coreana identificado como One Goh, entró en el edificio que alberga la universidad, tomó como rehén a una recepcionista y buscó a una determinada administrativa.

Cuando se dio cuenta de que la mujer no estaba en el edificio, disparó contra la secretaria y luego puso a los estudiantes en fila contra la pared y les disparó uno a uno, contó Jordan. "Los voy a matar", dijo el presunto autor a los estudiantes. Después del tiroteo, el sospechoso abandonó el aula, recargó su arma automática y disparó de nuevo en varias clases antes de abandonar el edificio e irse en el vehículo de una víctima. "Esto sucedió en pocos minutos", especificó Jordan, quien añadió que "creemos que las víctimas no tuvieron oportunidad de resistirse, ninguna oportunidad de entregarse".

En una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense ABC, el policía contó que las víctimas eran procedentes de Nigeria, Nepal y Corea, y que tenían entre 21 y 40 años.

Al menos siete personas fueron asesinadas ayer en el tiroteo en una universidad cristiana de California, en los Estados Unidos, fundada por un pastor coreano. La policía detuvo al supuesto agresor, descrito como un hombre de unos 40 años.

El asalto se produjo en la Universidad Oikos, un pequeño centro de un centenar de estudiantes que ofrece cursos de medicina oriental y cuyo objetivo es el estudio de la Iglesia coreana-americana. La facultad se encuentra en Oakland, a 20 kilómetros de San Francisco y en una comunidad marcada por la inmigración de China y Corea. A las 10.30 de la mañana, el asesino entró en una clase dentro de uno de los edificios en el campus y se puso a disparar. La policía de Oakland aseguró que al menos seis personas murieron y otras tres fueron heridas de bala.

Los agentes tardaron en llegar al campus, ya que la primera llamada de alerta no llegó hasta pasados 20 minutos desde el inicio del tiroteo. Cuando se desplegaron, el asesino había escapado del campus. La detención se produjo un par de horas después en un centro comercial de Alameda, una isla enfrente de Oakland. Los agentes no descartaron, en principio, que hubiera algún otro asesino suelto y desalojaron con cuidado a los estudiantes, escondidos en armarios y clases cerradas. Algunos fueron evacuados en coches blindados.

El supuesto asesino había estudiado Enfermería en Oikos, aunque no está claro si fue expulsado o dejó la facultad de manera voluntaria, según el presidente de la Universidad, Jonging Kim, el pastor de una Iglesia coreana multicultural que fundó el centro hace una década. El pastor aseguró que escuchó una treintena de disparos. "Me quedé en despacho", explicó al Oakland Tribune, imitando el sonido del tiroteo.

Los jóvenes heridos pidieron ayuda en la calle, según varios testigos. "Escuché disparos. Una mujer salió corriendo con un brazo ensangrentado", contó a una radio local Brian Snow, uno de los testigos en un banco cercano. La mujer gritaba, "me han disparado, me han disparado".

Este es el incidente más grave de los últimos meses en un campus universitario en Estados Unidos. En diciembre, dos personas fueron asesinadas en un tiroteo en Virginia Tech, la Universidad traumatizada por la matanza de 32 personas en 2007.

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