domingo, 1 de abril de 2012

El intendente José Corral reconoció a la investigadora Raquel Chan

Es la científica que lideró el equipo de trabajo que logró aislar un gen del girasol que, injertado en otros cultivos, los hace resistentes a las sequías y al exceso de salinidad. El mandatario recorrió junto a funcionarios municipales y de la UNL, las instalaciones del Laboratorio de Biotecnología Vegetal.

 
“Queremos felicitarte en nombre de la ciudad por este trabajo que sabemos tiene muchos años”, le dijo el intendente José Corral a la doctora Raque Chan, a quien agradeció el trabajo realizado en materia de investigación genética. Fue durante una recorrida que realizó el mandatario local junto al rector de la Universidad Nacional del Litoral, Albor Cantard, por las instalaciones de la Facultad de Ciencias la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas.
 
En este marco, el mandatario se acercó hasta el Laboratorio de Biotecnología Vegetal para entregar a la investigadora un reconocimiento por el descubrimiento realizado al identificar al gen que otorga resistencia a la sequía y la salinidad. Corral y Cantard estuvieron acompañados por el decano de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, Javier Lottersberger; el secretario de la Producción del Gobierno de la ciudad, Pablo Tabares; el secretario de Desarrollo Social, Carlos Medrano; y el director de la Agencia de Cooperación, Inversiones y Comercio Exterior, José María Chemes.
 
 
 
Santa Fe, en la vanguardia tecnológica 
 
 
 
“Nuestra ciudad tiene un gran capital y una gran potencialidad de continuar desarrollando su perfil científico tecnológico. Por eso decimos que es la Santa Fe que queremos, en la vanguardia científica-tecnológica nacional, donde la producción tenga un alto valor agregado, tenga empleos de calidad, bien remunerados”, afirmó el Intendente. 
 
En este sentido, el mandatario recordó las experiencias que se llevan adelante en el Parque Tecnológico Litoral Centro en empresas que se encuentran incubadas o instaladas en ese espacio, como es el ejemplo de Zeltek. Asimismo, indicó la intención de continuar trabajando junto a estos organismos y recordó las mejoras en que se realizaron en el entorno del Parque Tecnológico, como ser el pavimento de acceso y la extensión de la Costanera Este hacia el norte. 
 
En cuanto a la importancia del descubrimiento de la doctora Chan, José Corral sostuvo: “Ese avance tecnológico, cuando es transferido al tejido productivo, significan recursos para la Universidad, para la ciudad y para continuar desarrollando su crecimiento”. Asimismo el Intendente dijo que esto influye directamente a todos los santafesinos, “porque significa también empleo y nuevas oportunidades”.
 
 
 
Descubrimiento mundial 
 
 
 
Raquel Chan es bióloga molecular y dirige el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL), una institución creada el año 2008 mediante un convenio entre el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicet) y la Universidad Nacional del Litoral (UNL). El IAL desarrolla sus actividades en docencia e investigación, en dependencias de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, y en la Facultad de Ciencias Veterinarias, en Esperanza.
 
La doctora Chan coordinó el grupo de investigación que logró aislar un gen del girasol, que injertado en otros cultivos, les otorga la propiedad de ser resistentes a las sequías y el exceso de salinidad, manteniendo -e incluso aumentando- los niveles de productividad. El desarrollo genético es el resultado de casi dos décadas de trabajo, y permitirá potenciar la capacidad adaptativa de algunos cultivos a condiciones extremas.
 
El Hahb-4 fue el primer gen que logró aislar el equipo de investigación del IAL, y que fue patentado como herramienta biotecnológica. Actualmente, el trabajo consiste en trasladar el gen a otros cultivos: soja, trigo, maíz, y más recientemente a la alfalfa. 
 
La investigación se originó en el marco de la cátedra de Biología Celular y Molecular de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL, comprendida actualmente en el IAL. La gestión de la patente hasta obtener la protección de la propiedad intelectual en Argentina demandó siete años en total -dos más que en otros países- durante los que el equipo continuó trabajando en la investigación.
 
El proyecto desarrollado por los investigadores de la UNL y el Conicet fue licenciado a la empresa argentina Bioceres en 2004. Gracias a un convenio firmado entre la empresa estadounidense Arcadia Biosciences y Bioceres, el desarrollo científico del grupo dirigido por la doctora Chan podrá ser comercializado internacionalmente (Estados Unidos, India, Australia, México y China).

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